El TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) es un trastorno del neurodesarrollo que afecta tanto a niños como a adultos. Se estima que entre un 5% y un 10% de los niños en edad escolar padecen TDAH, aunque muchas personas no son diagnosticadas hasta la adultez. Esto se debe en gran parte a la poca atención que han recibido los adultos con esta condición en comparación con los niños, aunque se ha demostrado que el TDAH en adultos puede tener graves repercusiones en su vida diaria.
En este artículo, explicaremos qué es el TDAH, el origen, tipos, síntomas, tratamientos farmacológicos y no farmacológicos, comorbilidades asociadas y su impacto en los adultos.
¿Qué es el TDAH?
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno del neurodesarrollo que se caracteriza por la dificultad para mantener la atención, la impulsividad y, en algunos casos, la hiperactividad. Este trastorno suele diagnosticarse en la infancia, aunque también puede persistir en la adolescencia y la adultez. Las personas con TDAH tienen dificultades para concentrarse en tareas específicas, seguir instrucciones, organizarse y, a menudo, se distraen con facilidad.
Origen y causas del TDAH
El TDAH tiene un origen multifactorial. Existen evidencias de que tanto factores genéticos como ambientales desempeñan un papel clave en su desarrollo. Estudios sugieren que el 76% de los casos de TDAH se deben a factores hereditarios, lo que lo convierte en uno de los trastornos psiquiátricos con mayor componente genético . Alteraciones en los neurotransmisores, en particular la dopamina y la norepinefrina, están asociadas con las dificultades para regular la atención y el comportamiento. Asimismo, otros factores como la exposición prenatal al tabaco, alcohol o drogas, nacimientos prematuros o con bajo peso también pueden aumentar el riesgo de desarrollar TDAH.
El TDAH en adultos
Cómo hemos mencionado, no solo afecta a los niños, sino también a los adultos. A medida que se ha incrementado la investigación sobre el TDAH en adultos, ha quedado claro que este trastorno puede tener un impacto significativo en la vida laboral, social y emocional de quienes lo padecen. Afortunadamente, el aumento en la concienciación sobre el TDAH en adultos ha llevado a una mejor comprensión y atención para esta población previamente desatendida.
Tipos de TDAH
Existen tres tipos principales de TDAH, según los criterios del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5):
- TDAH con predominio de inatención: Las personas con este tipo presentan principalmente dificultades para concentrarse, seguir instrucciones o completar tareas. Suelen ser descritos como «soñadores» o «despistados».
- TDAH con predominio hiperactivo-impulsivo: Este tipo se caracteriza por una marcada hiperactividad y conductas impulsivas. Las personas afectadas pueden tener dificultad para quedarse quietas, hablar en exceso o actuar sin pensar en las consecuencias.
- TDAH combinado: Es el tipo más común y se refiere a una combinación de síntomas tanto de inatención como de hiperactividad-impulsividad.
Síntomas del TDAH
Los síntomas del TDAH pueden variar según la edad y la persona. En la infancia, la inatención puede manifestarse como una dificultad para seguir instrucciones o permanecer enfocado en las tareas escolares. Los niños hiperactivos pueden ser inquietos, hablar en exceso o interrumpir a los demás. A medida que crecen, los síntomas de hiperactividad suelen disminuir, pero los problemas de inatención y la impulsividad pueden persistir en la edad adulta.
En los adultos, los síntomas del TDAH se presentan de manera diferente a como lo hacen en los niños. Los adultos pueden tener dificultades para organizarse, cumplir con los plazos laborales, gestionar el tiempo o concentrarse en tareas cotidianas. Esto puede afectar negativamente su desempeño laboral y académico, así como sus relaciones personales.
Impacto del TDAH en Adultos
El TDAH en adultos ha sido históricamente subdiagnosticado, sobre todo en la población femenina, en parte debido a la falta de conciencia sobre cómo se manifiesta este trastorno en la edad adulta. Sin embargo, los estudios sugieren que entre el 2.5 y el 4.4% de los adultos cumplen con los criterios diagnósticos de TDAH . A menudo, los adultos con TDAH experimentan dificultades en su vida profesional, donde pueden tener problemas para cumplir con las tareas y plazos, lo que a menudo les genera frustración. Además, la inatención puede afectar sus relaciones personales, ya que pueden parecer distraídos o desorganizados.
Los adultos con TDAH también tienen una mayor probabilidad de experimentar problemas emocionales, como ansiedad o depresión, debido a las dificultades constantes que enfrentan para controlar sus síntomas. La baja autoestima y los problemas interpersonales son comunes, lo que puede llevar a la creación de un círculo vicioso de estrés y fracaso.
TDAH y el ámbito laboral
En el entorno laboral, el TDAH puede ser especialmente desafiante. Los adultos con esta condición suelen tener dificultades para organizarse, cumplir con los plazos y concentrarse en tareas importantes. Estas dificultades pueden afectar negativamente su rendimiento laboral y causarles problemas para ascender o mantener sus empleos. Además, la falta de atención y la impulsividad pueden generar conflictos con los compañeros de trabajo, lo que aumenta el estrés y la frustración en el entorno profesional.
Las personas con TDAH a menudo luchan por equilibrar múltiples tareas o seguir instrucciones complejas, lo que puede hacer que se sientan abrumadas o desmotivadas en trabajos que requieren atención sostenida. Sin embargo, con el tratamiento adecuado y el uso de herramientas organizativas, muchas personas con TDAH pueden tener éxito en sus carreras profesionales.
TDAH y las relaciones personales
El TDAH puede tener un impacto significativo en las relaciones personales, ya que la impulsividad y la falta de atención pueden hacer que las personas con TDAH tengan dificultades para mantener relaciones estables. Pueden parecer distraídos durante las conversaciones o no cumplir con los compromisos, lo que puede ser malinterpretado por sus amigos o familiares como falta de interés o compromiso. Estas dificultades pueden generar tensiones y malentendidos en las relaciones interpersonales, lo que a menudo lleva a conflictos.
Sin embargo, la educación sobre el TDAH y la comunicación abierta entre las partes pueden ayudar a mitigar algunos de estos problemas. A medida que las personas con TDAH y sus seres queridos aprenden a entender mejor el trastorno, pueden desarrollar estrategias para mejorar la comunicación y la convivencia.
TDAH y las relaciones de pareja
Las relaciones de pareja también pueden verse afectadas por el TDAH. La impulsividad y la falta de atención pueden llevar a comportamientos irrespondables como la infidelidad, lo que puede causar frustración en la pareja. Las personas con TDAH a veces olvidan fechas importantes, se distraen durante conversaciones significativas o tienen dificultades para cumplir con responsabilidades domésticas, lo que puede crear tensiones.
A largo plazo, las parejas pueden desarrollar dinámicas de poder disfuncionales, donde un miembro de la pareja asume un papel de «cuidador» o «padre», lo que genera resentimiento. Sin embargo, las parejas que comprenden el impacto del TDAH y buscan apoyo pueden fortalecer sus relaciones mediante la terapia de pareja y el uso de estrategias específicas para mejorar la convivencia y la comunicación.
Tipos de medicamentos para el TDAH
El TDAH se trata comúnmente con una combinación de medicación y terapias conductuales. Los tratamientos farmacológicos incluyen estimulantes y no estimulantes.
- Estimulantes: Son el tratamiento más común para el TDAH. Entre ellos se incluyen el metilfenidato (Ritalin, Concerta) y las anfetaminas (Adderall, Vyvanse). Estos medicamentos funcionan aumentando los niveles de dopamina en el cerebro, lo que ayuda a mejorar la concentración y reducir la hiperactividad.
- No estimulantes: Los medicamentos no estimulantes, como la atomoxetina (Strattera), también se utilizan para tratar el TDAH. Estos pueden ser una opción para personas que no toleran bien los estimulantes o que tienen antecedentes de abuso de sustancias.
- Otros medicamentos: En algunos casos, se utilizan antidepresivos como la bupropiona o medicamentos para la presión arterial como la clonidina, que han mostrado eficacia en la reducción de síntomas en algunos pacientes con TDAH.
Estrategias No Farmacológicas para el TDAH
Además de los medicamentos, las terapias conductuales y cognitivas son fundamentales en el manejo del TDAH. Las estrategias no farmacológicas incluyen:
- Terapia cognitivo-conductual (TCC): Ayuda a las personas a gestionar los síntomas del TDAH al modificar los patrones de pensamiento negativos y desarrollar habilidades organizativas.
- Entrenamiento en habilidades sociales: Este tipo de terapia se centra en mejorar las habilidades interpersonales, lo cual es especialmente útil para adultos que tienen problemas en sus relaciones personales.
- Técnicas de organización: El uso de listas de tareas, calendarios y otras herramientas puede ayudar a las personas con TDAH a mejorar su organización y gestión del tiempo.
- Mindfulness y meditación: Se ha demostrado que estas prácticas ayudan a reducir el estrés y mejorar la concentración en personas con TDAH.
- Coaching especializado en TDAH para adultos para aprender estrategias y herramientas prácticas para gestionar el TDAH en el día a día y en el trabajo. Ayuda a superar los desafíos y aprovechar las fortalezas que también acompañan al trastorno.
Coexistencia con otras condiciones psiquiátricas
El TDAH suele coexistir con otras condiciones psiquiátricas. Entre las comorbilidades más comunes se incluyen:
- Ansiedad y depresión: Los adultos con TDAH tienen un mayor riesgo de desarrollar trastornos de ansiedad y depresión, probablemente como resultado de las dificultades constantes para controlar sus síntomas.
- Trastornos del sueño: Muchas personas con TDAH experimentan problemas de sueño, como insomnio o somnolencia diurna.
- Trastorno por abuso de sustancias: Existe un mayor riesgo de abuso de sustancias en adultos con TDAH, especialmente si no han recibido tratamiento adecuado.
Fuentes:
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- Wilens, T. E., & Spencer, T. J. (2010). Understanding attention-deficit/hyperactivity disorder from childhood to adulthood. Postgraduate Medicine, 122(5), 97-109.
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