Masking o como las personas con TDAH pretenden aparentar ser «normales»

El enmascaramiento en personas con TDAH y neurodivergentes: Un reto invisible

El término «masking» o «enmascaramiento» se refiere al proceso consciente o inconsciente mediante el cual una persona, especialmente aquellas que son neurodivergentes, oculta o modifica su comportamiento para adaptarse a las normas sociales y aparentar ser “normal” según los estándares neurotípicos. Este fenómeno es común en personas con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), autismo y otras condiciones neurodivergentes, y puede tener un impacto significativo en su bienestar emocional y psicológico.

¿Qué es el enmascaramiento?

El enmascaramiento en el contexto neurodivergente implica suprimir o camuflar ciertos comportamientos, emociones o características naturales que podrían ser percibidos como «anormales» o disruptivos por la sociedad.

Las personas que lo practican ajustan su forma de hablar, de moverse, e incluso sus expresiones faciales para evitar ser vistas como diferentes. Esto a menudo responde a la presión social, ya que las conductas propias de alguien con TDAH, como la hiperactividad, la impulsividad o la falta de atención, pueden ser malinterpretadas y generar incomodidad en los demás.

Por ejemplo, una persona con TDAH puede esforzarse para no interrumpir durante una conversación, luchar para concentrarse en tareas tediosas o repetitivas sin distraerse, o evitar mostrar su frustración cuando no puede organizarse bien. Este esfuerzo por «encajar» o parecer neurotípico puede ser agotador, ya que requiere una supervisión constante de sus comportamientos, pensamientos y emociones.

El impacto del enmascaramiento en el bienestar mental

El enmascaramiento prolongado puede tener graves consecuencias para la salud mental de las personas neurodivergentes. Al tener que suprimir su auténtico yo para satisfacer las expectativas de los demás, a menudo se sienten agotadas, ansiosas o deprimidas. Esta constante vigilancia y autocontrol puede llevar a la fatiga emocional, ya que las personas se ven obligadas a gastar una enorme cantidad de energía tratando de cumplir con los estándares sociales que no están alineados con sus capacidades naturales.

Uno de los mayores peligros del enmascaramiento es la desconexión que puede generar con la propia identidad. Las personas que constantemente fingen ser algo que no son pueden comenzar a perder de vista quiénes son realmente y qué necesitan para prosperar. Esto puede dar lugar a una disminución de la autoestima, ya que el mensaje implícito que reciben es que sus comportamientos naturales son inaceptables.

Además, el enmascaramiento puede hacer que los síntomas del TDAH u otras condiciones neurodivergentes pasen desapercibidos para los profesionales de la salud. Si una persona se esfuerza tanto en parecer «normal» que logra ocultar sus dificultades, es posible que no reciba el diagnóstico correcto ni el tratamiento adecuado. En muchos casos, este retraso en el diagnóstico puede empeorar los síntomas y las dificultades a largo plazo.

¿Por qué ocurre el enmascaramiento?

La sociedad tiende a valorar la conformidad y la homogeneidad, y las personas que se desvían de las normas establecidas a menudo enfrentan críticas, rechazo o incomprensión. Las personas con TDAH, por ejemplo, pueden ser vistas como distraídas, perezosas o desorganizadas, cuando en realidad están lidiando con un cerebro que funciona de manera diferente.

Muchos neurodivergentes comienzan a enmascararse desde una edad temprana, en respuesta a las señales sociales de que sus comportamientos no son aceptables. Pueden aprender, consciente o inconscientemente, a ajustarse para evitar el bullying, la exclusión o el estigma. En otros casos, el enmascaramiento puede ser alentado por la familia o la escuela, con buenas intenciones, pero con el resultado de que la persona neurodivergente internaliza que su forma natural de ser es «incorrecta».

El enmascaramiento y las mujeres con TDAH

El enmascaramiento es particularmente frecuente en mujeres con TDAH, ya que los síntomas de esta condición suelen manifestarse de manera diferente en ellas en comparación con los hombres. Las niñas y mujeres tienden a mostrar menos síntomas de hiperactividad e impulsividad y, en cambio, pueden experimentar más problemas relacionados con la falta de atención y la organización. Sin embargo, debido a que la imagen del TDAH está más asociada a niños hiperactivos, muchas mujeres con TDAH pasan desapercibidas y a menudo compensan sus dificultades enmascarando sus síntomas.

La presión para cumplir con los roles sociales, especialmente los relacionados con ser organizada, tranquila y responsable, puede llevar a las mujeres a desarrollar sofisticadas estrategias de enmascaramiento. Sin embargo, este esfuerzo constante puede llevar al agotamiento extremo y a una crisis emocional, cuando las estrategias de enmascaramiento ya no son sostenibles.

Cómo apoyar a las personas neurodivergentes

Es importante que tanto la sociedad como los profesionales de la salud reconozcan el impacto del enmascaramiento en las personas neurodivergentes. El simple hecho de entender que algunas personas con TDAH o autismo pueden estar enmascarando sus síntomas puede generar un ambiente más comprensivo y empático. Fomentar un espacio donde las personas se sientan seguras para ser ellas mismas, sin temor al juicio, es fundamental para su bienestar.

Los entornos inclusivos y las terapias que fomenten la autoaceptación, como la terapia cognitivo-conductual o la terapia centrada en la compasión, pueden ayudar a las personas neurodivergentes a sentirse más cómodas con su verdadera identidad y reducir la necesidad de enmascararse.

2 libros recomendados sobre el masking en neurodivergentes

1. «The ADHD Effect on Marriage» de Melissa Orlov: Aunque se centra en las relaciones, este libro aborda cómo el TDAH afecta las dinámicas interpersonales y cómo el enmascaramiento puede influir en la vida cotidiana.
2. «Divergent Mind: Thriving in a World That Wasn’t Designed for You» de Jenara Nerenberg: Un libro sobre cómo las mujeres neurodivergentes en particular tienden a enmascarar sus síntomas y cómo pueden aprender a aceptarse y prosperar.

Fuentes:

1. Price, Devon. Unmasking Autism: Discovering the New Faces of Neurodiversity. Harmony, 2022.
2. Orlov, Melissa. The ADHD Effect on Marriage. Specialty Press, 2010.
3. Nerenberg, Jenara. Divergent Mind: Thriving in a World That Wasn’t Designed for You. HarperOne, 2020.

¿Sospechas que puedes tener TDAH? Sigue estas recomendaciones

1. Rellena este Test de TDAH para confirmar o descartar si pudieras tener el Trastorno de Deficit de Atención e Hiperactividad.
   
2. Informate sobre qué es el TDAH en adultos y sus principales síntomas del TDAH para comprobar si te indentificas con todos o gran parte de ellos. Es una buena forma de empezar ante tus sospechas de TDAH, previa al diagnóstico profesional.
3. Localiza la Asociación de TDAH más cercano a donde vives, ellos podrán darte la información que necesitas y derivarte a los profesionales para hacer un diagnóstico y prescribir el tratamiento.
4. Informate sobre los diferentes tratamientos de TDAH en adultos que te ayudarán a mantener a raya tu TDAH.
5. Conoce las diferentes opciones de medicación para TDAH y sigue las instrucciones de tu médico especializado en TDAH.
6. Localiza a un psicólogo especializado en terapia cognitiva conductual (TCC), es el mejor abordaje para tratar problemas emocionales o de comportamiento relacionados con el TDAH.
7. Contacta con un Coach especializado en TDAH para adultos para aprender estrategias y herramientas prácticas para gestionar tu TDAH en tu día a día y en tu trabajo, superar los desafíos y aprovechar las fortalezas que también acompañan al TDAH.
8. Conoce los hábitos saludables y suplementos para el TDAH que contribuyen a apaliar y gestionar sus síntomas. Recuerda que siempre con la supervisión de un profesional especialiazado en TDAH.