Todo lo que un adulto necesita saber sobre TDAH

Infidelidad en adultos con TDAH

Infidelidad y TDAH

¿Son los adultos con TDAH más infieles? ¿La impulsividad relacionada con el TDAH puede influir en la fidelidad de pareja? ¿Qué papel juega la dopamina en el deseo de novedad de un adulto con TDAH?

Infidelidad y TDAH ha sido un tema muy estudiado en los últimos años. La infidelidad es un tema complejo que puede afectar a cualquier persona, independientemente de si tienen o no TDAH. Sin embargo, algunas investigaciones sugieren que las adultos con TDAH pueden tener un mayor riesgo de ser infieles en sus relaciones. Comprender el impacto del TDAH en la vida emocional ayuda a reconocer patrones y a construir relaciones más conscientes.

Cómo afecta el TDAH a los vínculos de pareja

El TDAH influye en muchos aspectos del día a día, incluyendo el modo en que una persona se vincula emocionalmente. La atención fragmentada, la búsqueda constante de novedad y la facilidad para sentirse sobreestimulado pueden alterar la forma de vivir una relación estable. En algunos casos, la rutina se percibe como una pérdida de conexión, aunque no exista un problema real en la relación.

El deseo de mantener viva la intensidad puede empujar a buscar nuevas experiencias. Esto puede generar distanciamiento, no porque falte afecto, sino porque el sistema de recompensa en el cerebro con TDAH necesita estímulos más frecuentes para mantenerse activo. Esa necesidad no siempre se identifica a tiempo y puede tener consecuencias.

El papel de la dopamina en la necesidad de novedad

Una de las claves para entender este comportamiento está en la dopamina. El TDAH se asocia con una regulación menos eficiente de este neurotransmisor, que está directamente relacionado con la motivación, el interés y la sensación de recompensa. Cuando los niveles de dopamina son bajos, el cerebro busca estímulos que la aumenten.

En la vida de pareja, esto se traduce en una menor tolerancia a la rutina y una mayor necesidad de experiencias que generen emoción o novedad. Lo que para otras personas puede ser una etapa tranquila de convivencia, para alguien con TDAH puede sentirse como falta de conexión. Esa sensación puede empujar a buscar fuera del vínculo algo que reactive la motivación, incluso sin que exista una verdadera intención de romper la relación.

Comprender esta dinámica es fundamental. No se trata de justificar, sino de reconocer que el cerebro con TDAH funciona con un umbral más alto de necesidad de estímulo. Esta diferencia no se elimina, pero sí se puede aprender a gestionar.

La impulsividad como factor de riesgo

Uno de los síntomas más característicos del TDAH en adultos es la impulsividad. Este rasgo no afecta solo a decisiones cotidianas, también puede aparecer en el ámbito emocional. Ante una situación de tensión o desconexión con la pareja, es posible que una persona con TDAH actúe de forma inmediata, sin evaluar el impacto de lo que hace.

El momento presente toma el control, y las consecuencias pierden claridad. Esta dificultad para frenar una conducta cuando surge el impulso puede aumentar el riesgo de tomar decisiones que afecten negativamente a la relación.

Relaciones y necesidad de validación

Muchas personas con TDAH llegan a la vida adulta con una autoestima dañada. Han recibido críticas desde la infancia, han sentido que no encajaban o que su manera de ser era un problema. Esto puede generar una necesidad intensa de sentirse valoradas, escuchadas y reconocidas. Si en la relación de pareja no encuentran esa sensación, es posible que busquen validación en otro lugar.

En situaciones emocionales frágiles, esa búsqueda no siempre se canaliza de forma consciente. A veces aparece como un acercamiento a alguien nuevo, un vínculo que despierta atención o simplemente una sensación de ser visto o comprendido. Aunque no exista un plan premeditado, ese movimiento puede generar una ruptura con la pareja actual.

No todas las personas con TDAH atraviesan este tipo de situaciones

Muchas mantienen relaciones sólidas, profundas y respetuosas. Tener TDAH no implica mayor predisposición a la infidelidad. Lo importante es conocer los factores de riesgo para poder gestionarlos. La impulsividad, el aburrimiento emocional o la necesidad de estímulo son aspectos que se pueden trabajar si se identifican a tiempo.

Contar con un diagnóstico adecuado ayuda a entender el propio funcionamiento. Permite revisar con claridad qué patrones se repiten y por qué. Cuando se conoce el impacto real del TDAH en la vida emocional, es más fácil buscar herramientas específicas y aplicar estrategias que fortalezcan los vínculos.

Estrategias para proteger el vínculo

La comunicación abierta es una de las claves. Hablar con la pareja sobre los momentos de aburrimiento o desconexión, sin ocultarlo, reduce la tensión y permite encontrar nuevas formas de mantener la conexión. Incluir variedad, cambios de dinámica o espacios de juego emocional puede ayudar a mantener la atención y el interés.

Trabajar la impulsividad también es importante. La terapia o el acompañamiento de un coach especializado en TDAH ofrecen herramientas concretas para desarrollar el autocontrol y evitar reacciones automáticas que luego generan malestar. Revisar la autoestima y comprender las propias necesidades afectivas contribuye a construir relaciones más estables.

Diagnóstico de TDAH en adultos

¿Te identificas con lo que que estás leyendo? Si crees tener todos o parte de los síntomas de TDAH puede ser conveniente que salgas de dudas con una evaluación más exhaustiva. Un diagnóstico temprano es fundamental para prevenir consecuencias más graves que a menudo surgen de un TDAH no tratado.

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