La desregulación emocional es uno de los síntomas más perturbadores al que se enfrentan los adultos con TDAH. En este artículo veremos cómo este desafíos afecta en el día a día a una persona con TDAH, en el ámbito personal y en el trabajo, así como estrategias para afrontarlo y mejorarlo.
El TDAH no solo es deficit de atención
Aunque normalmente el TDAH se asocia con dificultades de atención, hiperactividad e impulsividad, las emociones intensas y mal reguladas también son características fundamentales en muchos adultos con este trastorno.
Las emociones intensas en el TDAH suelen ser pasadas por alto en los diagnósticos, a pesar de que los adultos con TDAH enfrentan desafíos emocionales más pronunciados en comparación con otros. Aunque los criterios de diagnóstico actuales no mencionan problemas emocionales, investigaciones recientes muestran que aquellos con TDAH experimentan más dificultad en la tolerancia a la frustración, la impaciencia, el mal genio y la excitabilidad en comparación con personas sin el trastorno, por lo que debería ser considerado como un síntoma del transtorno.
La intensidad emocional en los adultos con TDAH
El procesamiento emocional en el TDAH tiene su origen en el cerebro, donde las deficiencias en la memoria de trabajo pueden intensificar una emoción momentánea al punto de «inundar» el cerebro con una intensidad emocional abrumadora, algo que puede ser considerado como un síntoma del TDAH en adultos.
Esta incapacidad para regular adecuadamente las emociones puede llevar a una respuesta exagerada ante el estrés, cambios de humor repentinos y dificultades en las relaciones interpersonales. Sin embargo, con estrategias adecuadas, es posible gestionar y mejorar la desregulación emocional.
Impactos de la desregulación emocional en las personas con TDAH
Sensibilidad a la desaprobación
Los adultoscon TDAH también pueden ser muy sensibles a la desaprobación y al rechazo de los demás, centrándose intensamente en una emoción, lo que dificulta cambiar el enfoque hacia otros aspectos de una situación. La ansiedad social es común, donde temores exagerados de ser juzgados como incompetentes o fuera de lugar pueden ser constantes.
Evitación y negación
La evitación y la negación son estrategias que algunas adultos con TDAH emplean para lidiar con emociones abrumadoras. Sin embargo, esto puede llevar a patrones de comportamiento que evitan enfrentar situaciones difíciles.
Sentimiento de amenaza
El TDAH en adultos también puede causar respuestas emocionales excesivas a situaciones que no necesariamente son amenazantes. Esto se debe a un mecanismo de activación cerebral que no diferencia entre peligros reales y problemas menores, lo que lleva a reacciones desproporcionadas a eventos estresantes.
Impacto en la motivación
Las emociones también tienen un impacto en la motivación y la acción en personas con TDAH. A menudo, solo se sienten motivados por recompensas inmediatas y tienen dificultades para involucrarse en tareas que ofrecen gratificaciones a largo plazo.
Estrategias para gestionar la desregulación emocional
Conciencia emocional y aceptación
El primer paso para gestionar la desregulación emocional en adultos con TDAH es desarrollar conciencia emocional. A menudo, las personas con TDAH reaccionan de manera impulsiva sin detenerse a identificar qué están sintiendo y por qué. La práctica de la atención plena (mindfulness) puede ser muy útil en este sentido. Esta técnica enseña a las personas a detenerse, observar sus pensamientos y emociones sin juzgarlos, y aprender a responder de manera más consciente en lugar de reaccionar automáticamente. La aceptación de las emociones, en lugar de luchar contra ellas, también es clave. Reconocer que sentir ira, frustración o tristeza es parte de la experiencia humana ayuda a reducir la intensidad de estas emociones.
Estrategias cognitivas: Terapia Cognitivo-Conductual (TCC)
La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) ha demostrado ser efectiva para ayudar a las personas con TDAH a manejar la desregulación emocional. Esta terapia ayuda a identificar patrones de pensamiento distorsionados que pueden intensificar las emociones negativas. Por ejemplo, los adultos con TDAH pueden interpretar una crítica leve como un ataque personal, lo que desencadena una respuesta emocional desproporcionada. Al cambiar estos patrones de pensamiento y reemplazarlos con interpretaciones más racionales, es posible reducir la intensidad emocional y evitar reacciones extremas.
Entrenamiento en habilidades sociales y comunicación asertiva
La desregulación emocional a menudo afecta las relaciones interpersonales. Las personas con TDAH pueden reaccionar de manera impulsiva o desproporcionada ante situaciones sociales, lo que puede llevar a malentendidos o conflictos. El entrenamiento en habilidades sociales y la comunicación asertiva pueden ayudar a manejar estas situaciones. Aprender a expresar emociones de manera clara y respetuosa, en lugar de reprimirlas o explotar, facilita interacciones más positivas. Además, las habilidades de resolución de conflictos permiten manejar los desacuerdos de manera más eficaz, reduciendo el riesgo de una escalada emocional.
Gestión del estrés y autocuidado
El estrés es uno de los principales desencadenantes de la desregulación emocional. Desarrollar estrategias para manejar el estrés puede ser crucial para mejorar la regulación emocional en adultos con TDAH. Ejercicios de relajación, como la meditación, la respiración profunda o el yoga, pueden ayudar a reducir la respuesta fisiológica ante el estrés. También es importante establecer hábitos de autocuidado, como una alimentación equilibrada, ejercicio regular y un sueño adecuado. Estos factores influyen en la estabilidad emocional y pueden ayudar a reducir la irritabilidad y la impulsividad.
Medicación y tratamiento médico
El tratamiento médico también puede ser una opción para manejar la desregulación emocional en adultos con TDAH. Los medicamentos estimulantes y no estimulantes, que se utilizan para tratar los síntomas nucleares del TDAH, también pueden ayudar a mejorar el control emocional. Sin embargo, es importante que la medicación sea parte de un plan de tratamiento integral que incluya apoyo terapéutico y el desarrollo de habilidades.
Crear un entorno estructurado
Por último, un entorno estructurado y predecible puede ser una gran ayuda para reducir la desregulación emocional. Establecer rutinas diarias y crear listas de tareas puede reducir la sobrecarga emocional que con frecuencia experimentan las personas con TDAH. Cuando el entorno es caótico o desorganizado, es más fácil sentirse abrumado y reaccionar emocionalmente de manera exagerada. Un ambiente tranquilo y organizado puede facilitar el autocontrol.
En conclusión, aunque la desregulación emocional puede ser un desafío significativo para los adultos con TDAH, existen diversas estrategias para gestionarla de manera efectiva. Desde la atención plena hasta la terapia cognitivo-conductual, pasando por la gestión del estrés y el tratamiento médico, un enfoque integral puede llevar a una mayor estabilidad emocional y una mejor calidad de vida.