El TDAH es ampliamente conocido por síntomas como la dificultad para concentrarse, la impulsividad y la hiperactividad. Sin embargo, hay una rasgo menos conocido pero muy característico de este trastorno: el hiperfoco. Este estado de concentración extrema y sostenida en una actividad específica puede parecer contradictorio en personas que, en otras circunstancias, presentan dificultades para mantener la atención.
En este artículo exploraremos qué es el hiperfoco, por qué es tan característico en personas con TDAH, y cómo puede aprovecharse como una ventaja en el entorno laboral.
¿Qué es el Hiperfoco?
El hiperfoco es un estado de concentración profunda y sostenida en una actividad particular, en la cual una persona puede perder la noción del tiempo y de su entorno. Durante el hiperfoco, la persona con TDAH puede trabajar en una tarea durante horas sin interrupciones, mostrando una gran productividad y creatividad. Sin embargo, una vez que la tarea o actividad pierde su atractivo o el estado de hiperfoco se desvanece, puede resultar difícil para la persona retomar la concentración en otra tarea.
La naturaleza del hiperfoco en el TDAH
El hiperfoco no es un síntoma reconocido oficialmente en los manuales diagnósticos de TDAH, como el DSM-5, pero es ampliamente reconocido y discutido tanto por investigadores como por quienes viven con el trastorno. Según el Dr. William Dodson, especialista en TDAH, el hiperfoco puede verse como una característica de la regulación deficiente de la atención, que es fundamental en el TDAH. Las personas con TDAH pueden tener dificultades para regular su atención de manera constante y, en lugar de distribuirla de manera equilibrada, tienden a oscilar entre la distracción extrema y la concentración intensa .
Este fenómeno se explica en parte por las peculiaridades del cerebro con TDAH, que tiene un nivel diferente de activación del sistema dopaminérgico. La dopamina es un neurotransmisor clave para la motivación, la recompensa y la regulación de la atención. En situaciones que resultan altamente estimulantes o interesantes, el cerebro de una persona con TDAH puede recibir una «sobrecarga» de dopamina, lo que facilita el hiperfoco. En cambio, en tareas rutinarias o menos estimulantes, el cerebro puede tener dificultades para generar suficiente dopamina, lo que resulta en una distracción crónica .
Hiperfoco como ventaja competitiva
El hiperfoco, a menudo visto como una peculiaridad del TDAH, puede transformarse en una poderosa herramienta de productividad cuando se maneja correctamente. Al comprender la naturaleza del hiperfoco y cómo utilizarlo a favor, las personas con TDAH pueden convertir este fenómeno en una ventaja significativa en el entorno laboral. Si bien es importante estar consciente de los riesgos de caer en el hiperfoco a expensas de otras responsabilidades, con estrategias adecuadas, puede ser un recurso invaluable para alcanzar el éxito profesional.
Hiperfoco: un arma de doble Filo
El hiperfoco puede ser un arma de doble filo para las personas con TDAH. Por un lado, permite un alto rendimiento en tareas que son de interés, lo que puede resultar en logros significativos en un corto período de tiempo. Sin embargo, también puede llevar a la persona a ignorar otras tareas importantes, olvidarse de responsabilidades, o incluso a descuidar sus necesidades básicas como comer o dormir.
Aprovechando el hiperfoco en el trabajo
A pesar de los desafíos que presenta, el hiperfoco puede ser aprovechado como una ventaja en el entorno laboral. Para las personas con TDAH, es crucial reconocer cuándo están entrando en un estado de hiperfoco y utilizarlo estratégicamente. Aquí hay algunas formas de cómo se puede aprovechar el hiperfoco en el trabajo:
Identificación de Tareas que Provocan Hiperfoco
Es fundamental identificar las tareas que son más propensas a desencadenar el hiperfoco. Estas son generalmente actividades que la persona encuentra extremadamente interesantes o estimulantes. Una vez identificadas, estas tareas pueden ser priorizadas para los momentos de mayor productividad.
Bloques de tiempo para el hiperfoco
Una estrategia efectiva es organizar el día laboral en bloques de tiempo que permitan concentrarse profundamente en tareas específicas. Durante estos bloques, es útil minimizar las distracciones externas y permitir que el hiperfoco fluya de manera natural. Utilizar temporizadores o alarmas puede ayudar a recordar cuándo es necesario cambiar de tarea o hacer pausas .
Equilibrio entre hiperfoco y multitarea
Aunque el hiperfoco puede ser útil, es importante también ser capaz de cambiar de enfoque cuando sea necesario. Las personas con TDAH pueden beneficiarse al equilibrar momentos de hiperfoco con tareas que requieren atención dividida, utilizando listas de tareas o aplicaciones de gestión del tiempo para no perder de vista otras responsabilidades.
Apoyo y entendimiento del entorno
El entorno laboral debe estar diseñado para apoyar el hiperfoco de manera saludable. Esto incluye la comprensión de los compañeros de trabajo y supervisores, que deben estar al tanto de cómo funciona el hiperfoco y cómo pueden ayudar a la persona con TDAH a maximizar su productividad sin caer en la obsesión. Por ejemplo, en proyectos grupales, asignar tareas que coincidan con los intereses de la persona puede resultar en una mayor calidad de trabajo.
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