Todo lo que un adulto necesita saber sobre TDAH

tdah Rejection sensitive dysphoria (RSD) Disforia Sensible al Rechazo

Disforia por sensibilidad al rechazo (RSD) y TDAH

La disforia por sensibilidad al rechazo – Rejection Sensitive Dysphoria (RSD)- es un fenómeno emocional que afecta profundamente a muchas personas con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Aunque no es un diagnóstico oficial en los manuales clínicos, la RSD es reconocida por expertos y personas con TDAH como una de las características más desafiantes y emocionalmente dolorosas del trastorno. Este artículo explora qué es la RSD, su relación con el TDAH, y cómo se puede gestionar para mejorar la calidad de vida de quienes la experimentan.

¿Qué es la Rejection Sensitive Dysphoria (RSD) – Disforia por sensibilidad al rechazo?

La Rejection Sensitive Dysphoria es una reacción emocional extrema a la percepción de rechazo o desaprobación. Las personas con disforia por sensibilidad al rechazo pueden experimentar una profunda angustia cuando sienten que han decepcionado a alguien, que han sido rechazadas o incluso cuando interpretan una crítica leve como un rechazo personal. Esta respuesta emocional es intensa y, a menudo, desproporcionada en comparación con la situación que la desencadena. La RSD puede manifestarse en sentimientos de vergüenza, rabia, tristeza profunda, o en conductas de evitación social para protegerse de futuras experiencias de rechazo.

La relación entre RSD y TDAH

La RSD está estrechamente relacionada con el TDAH, aunque no es exclusiva de este trastorno. Según el Dr. William Dodson, un psiquiatra especializado en adultos con TDAH, aproximadamente el 99% de los adultos con TDAH reportan experimentar algún grado de RSD, y para un 30% de ellos, esta es una de las partes más debilitantes de su trastorno. La alta prevalencia de disforia por sensibilidad al rechazo en personas con TDAH puede deberse a la forma en que el cerebro con TDAH procesa las emociones y la información social.

Las personas con TDAH a menudo tienen dificultades para regular sus emociones debido a las diferencias en la función del sistema dopaminérgico y de otras estructuras cerebrales implicadas en el control emocional. Esto puede hacer que las emociones, como el dolor de ser rechazado o criticado, se experimenten de manera más intensa y duradera. Además, la tendencia a la impulsividad en el TDAH puede exacerbar las reacciones emocionales, llevando a respuestas rápidas y desproporcionadas a los desencadenantes percibidos de rechazo.

Impacto de la RSD en la vida diaria

El impacto de la RSD en la vida de una persona puede ser profundo. En el ámbito social, la RSD puede llevar a evitar situaciones en las que podría haber una posibilidad de rechazo, como establecer nuevas relaciones, participar en actividades grupales o incluso buscar empleo. Esta evitación puede limitar significativamente las oportunidades de crecimiento personal y profesional.

En el entorno laboral, la RSD puede manifestarse como un miedo intenso a la crítica o al fracaso, lo que podría inhibir la participación en proyectos desafiantes o la solicitud de retroalimentación constructiva. Las personas con RSD pueden también experimentar ansiedad constante sobre su rendimiento y cómo son percibidas por los demás, lo que puede afectar su productividad y bienestar general.

Estrategias para gestionar la RSD

A pesar de los desafíos que presenta la RSD, existen estrategias que pueden ayudar a gestionar sus efectos y mejorar la calidad de vida de quienes la experimentan:

  1. Psicoterapia Cognitivo-Conductual (TCC): La TCC es una forma de terapia que puede ser particularmente útil para abordar los patrones de pensamiento negativos asociados con la RSD. Esta terapia ayuda a las personas a identificar y desafiar las creencias irracionales sobre el rechazo y a desarrollar formas más saludables de interpretar y responder a las críticas y desaprobaciones.
  2. Coach de TDAH: Un coach especializado en TDAH puede ayudar a identificar los síntomas del RSD y a crear herramientas y estrategias para superarlo en el día a día, tanto en el ámbito familiar como en el laboral
  3. Técnicas de Regulación Emocional: Aprender técnicas de regulación emocional, como la respiración profunda, la meditación, o la atención plena, puede ser útil para reducir la intensidad de las reacciones emocionales. Estas técnicas pueden ayudar a las personas con RSD a pausar y reflexionar antes de reaccionar ante una situación percibida como negativa.
  4. Medicación: Aunque la medicación no es un tratamiento específico para la RSD, algunos medicamentos que se utilizan para tratar el TDAH, como los estimulantes o los antidepresivos, pueden ayudar a reducir los síntomas emocionales intensos y mejorar el control general de las emociones. La consulta con un profesional de la salud mental es esencial para determinar si la medicación es una opción adecuada.
  5. Apoyo Social y Educación: Contar con una red de apoyo comprensiva y bien informada puede ser crucial. Educar a familiares, amigos y colegas sobre lo que es la RSD y cómo afecta a la persona puede mejorar las interacciones y reducir los malentendidos. Asimismo, las personas con RSD pueden beneficiarse de grupos de apoyo donde puedan compartir experiencias y estrategias con otros que enfrentan desafíos similares.
  6. Autoaceptación y Autocompasión: Desarrollar una mayor autoaceptación y practicar la autocompasión son pasos clave para gestionar la RSD. Reconocer que todos tienen defectos y que el rechazo o la crítica no son reflejos del propio valor puede ayudar a reducir el impacto emocional de estas experiencias.

La Rejection Sensitive Dysphoria es una experiencia emocional desafiante para muchas personas con TDAH, pero no insuperable. Con una comprensión adecuada y el uso de estrategias de manejo efectivas, es posible reducir el impacto de la RSD en la vida diaria y mejorar significativamente la calidad de vida. La clave está en reconocer la RSD como una parte del TDAH que requiere atención y apoyo específicos, y en buscar activamente los recursos y herramientas necesarias para manejarla de manera saludable.

¿Sospechas que puedes tener TDAH? Sigue estas recomendaciones

  1. Rellena este Test de TDAH para confirmar o descartar si pudieras tener el Trastorno de Deficit de Atención e Hiperactividad.
  2. Informate sobre qué es el TDAH en adultos y sus principales síntomas del TDAH para comprobar si te indentificas con todos o gran parte de ellos. Es una buena forma de empezar ante tus sospechas de TDAH, previa al diagnóstico profesional.
  3. Localiza la Asociación de TDAH más cercano a donde vives, ellos podrán darte la información que necesitas y derivarte a los profesionales para hacer un diagnóstico y prescribir el tratamiento.
  4. Informate sobre los diferentes tratamientos de TDAH en adultos que te ayudarán a mantener a raya tu TDAH.
  5. Conoce las diferentes opciones de medicación para TDAH y sigue las instrucciones de tu médico especializado en TDAH.
  6. Localiza a un psicólogo especializado en terapia cognitiva conductual (TCC), es el mejor abordaje para tratar problemas emocionales o de comportamiento relacionados con el TDAH.
  7. Contacta con un Coach especializado en TDAH para adultos para aprender estrategias y herramientas prácticas para gestionar tu TDAH en tu día a día y en tu trabajo, superar los desafíos y aprovechar las fortalezas que también acompañan al TDAH.
  8. Conoce los hábitos saludables y suplementos para el TDAH que contribuyen a apaliar y gestionar sus síntomas. Recuerda que siempre con la supervisión de un profesional especialiazado en TDAH.

TEST de TDAH

Si sospechas que puedes tener TDAH este test para personas adultas puede ayudarte a identificar posibles sintomas.