Tanto el ejercicio cardiovascular como el de fuerza son útiles para las personas con TDAH, pero cada uno ofrece ventajas específicas. Mientras que el cardio mejora la función ejecutiva y ayuda a controlar la hiperactividad y la regulación emocional, el ejercicio de fuerza es ideal para mejorar la atención sostenida, la memoria a corto plazo y la autorregulación. La combinación de ambos tipos de ejercicio parece ser la mejor estrategia para obtener los máximos beneficios tanto cognitivos como emocionales en personas con TDAH.
Sin embargo, surge la pregunta de si un tipo de ejercicio —ya sea de fuerza o cardiovascular— tiene un impacto más positivo sobre estos síntomas y qué beneficios cognitivos puede ofrecer cada uno.
Ejercicio cardio y TDAH
El ejercicio cardiovascular, también conocido como ejercicio aeróbico, incluye actividades como correr, nadar, andar en bicicleta o saltar a la cuerda. Este tipo de ejercicio ha sido ampliamente estudiado por su impacto en el cerebro y en el control de los síntomas del TDAH.
Beneficios cognitivos del cardio
Los estudios indican que el ejercicio cardiovascular mejora la función ejecutiva del cerebro, es decir, aquellas habilidades que nos permiten planificar, tomar decisiones y regular el comportamiento. Esto es crucial para personas con TDAH, quienes suelen experimentar dificultades en este tipo de tareas. Una investigación de la Universidad de Michigan demostró que 20 minutos de ejercicio aeróbico moderado aumentaron significativamente la concentración y la capacidad de mantener la atención en personas con TDAH .
Otro beneficio importante es el aumento de los niveles de dopamina y norepinefrina, dos neurotransmisores implicados en la regulación del estado de ánimo y la atención, los cuales suelen estar en déficit en personas con TDAH. Un estudio publicado en Journal of Attention Disorders reveló que la actividad aeróbica regular puede aumentar estos neurotransmisores en el cerebro, mejorando la capacidad para concentrarse y reducir la impulsividad .
Impacto en los síntomas del ejercio aeróbico
El ejercicio cardiovascular puede ser particularmente útil para reducir la hiperactividad y mejorar la regulación emocional. Un estudio realizado por la Universidad de Gotemburgo mostró que niños con TDAH que realizaban actividades aeróbicas regularmente presentaban una disminución significativa en los comportamientos hiperactivos y una mayor capacidad para manejar el estrés . Además, el ejercicio cardiovascular fomenta una mayor autorregulación emocional, lo que puede ser de ayuda para evitar explosiones emocionales y mejorar las habilidades sociales.
Ejercicio de fuerza y TDAH
El ejercicio de fuerza, como el levantamiento de pesas, los ejercicios de resistencia o el entrenamiento con peso corporal, también tiene un lugar importante en el manejo de los síntomas del TDAH, aunque ha sido menos estudiado que el cardio. A pesar de esto, los datos existentes sugieren que el entrenamiento de fuerza puede ofrecer beneficios únicos para las personas con TDAH.
Beneficios cognitivos del entrenamiento de fuerza
Uno de los aspectos más destacables del entrenamiento de fuerza es su capacidad para mejorar la atención sostenida. A diferencia del cardio, que suele involucrar movimiento continuo y repetitivo, el entrenamiento de fuerza requiere concentración en cada repetición, lo que puede ayudar a entrenar la mente para mejorar el enfoque en tareas específicas. Investigaciones sugieren que este tipo de actividad puede tener efectos similares a los del mindfulness, que también ha demostrado ser útil para el manejo del TDAH .
Además, el entrenamiento de fuerza también está asociado con un aumento en la liberación de dopamina, lo que tiene efectos positivos en la atención y el estado de ánimo. Un estudio de 2017 encontró que las personas que realizaban entrenamiento de resistencia tres veces por semana mostraban mejoras en la memoria a corto plazo y en su capacidad para resolver problemas, dos funciones cognitivas que a menudo se ven afectadas en personas con TDAH .
Impacto en los síntomas del TDAH del ejercicio de fuerza
El entrenamiento de fuerza puede ayudar a reducir la impulsividad y fomentar la disciplina. Debido a que este tipo de ejercicio requiere una planificación y ejecución meticulosa, las personas con TDAH pueden aprender a controlar sus impulsos y mejorar su autorregulación. A través de la repetición controlada de movimientos, los pacientes también experimentan mejoras en la capacidad de persistir en tareas que, de otro modo, les resultarían difíciles de completar. Esto puede traducirse en una mejoría en el rendimiento académico y profesional.
Un estudio publicado en Frontiers in Psychology encontró que los adultos con TDAH que realizaban entrenamiento de fuerza reportaron una disminución en la sensación de inquietud física, lo que se traduce en una reducción de la hiperactividad y una mejora en la estabilidad emocional .
¿Qué ejercicio es más conveniente para el TDAH?
Ambos tipos de ejercicio ofrecen beneficios claros para personas con TDAH, pero cada uno tiene un enfoque ligeramente diferente. El ejercicio cardiovascular parece tener un efecto más inmediato sobre la hiperactividad y la regulación emocional, probablemente debido a su impacto directo en la liberación de neurotransmisores.
Por otro lado, el ejercicio de fuerza parece ser más útil para mejorar la atención sostenida y reducir la impulsividad, lo que a largo plazo podría ayudar a entrenar habilidades cognitivas esenciales.
Lo ideal para una persona con TDAH sería combinar ambos tipos de ejercicio. Un enfoque combinado no solo aprovecharía los beneficios de cada modalidad, sino que también proporcionaría un equilibrio en el tratamiento de los diferentes síntomas.
Realizar una rutina que incluya tanto actividades aeróbicas como entrenamiento de fuerza puede tener un impacto positivo en la salud física y mental, creando una sinergia que optimiza el control de los síntomas del TDAH.
Fuentes
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